Pensión 65 beneficiará a Adultos Mayores del Distrito Casa Grande

A los cien días el inicio de su mandato el presidente de Perú inauguró el programa social Pensión 65, pensión no contributiva de carácter universal que beneficiará a adultos mayores de 65 años que no tengan ningún ingreso público o privado, ninguna pensión de la ONP (Oficina Nacional Previsional) o de las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones).

A través de esta iniciativa, cuya implementación se inicia sólo en 6 Departamentos, el Estado otorga 250 nuevos soles (poco más de 92 dólares) mensuales a los hogares donde hay dos adultos mayores, o 125 nuevos soles donde hay uno solo y que no reciben ningún beneficio.

Este proyecto de pensión no contributiva fue dictaminado favorablemente en el Congreso de la República durante el gobierno anterior, si bien no llegó a ser votado en el pleno del Congreso y fue includo en el programa electoral del actual partido en el gobierno. La semana pasada el diario El Peruano publicó 2 decretos, uno supremo, con el diseño de Pensión 65, y otro de urgencia, con las medidas financieras para que se implemente el programa desde este año. Con Pensión 65 la administración de Humala espera favorecer a 75 mil beneficiarios al cierre de este año, aunque la intención es llegar en 2012 a 167 mil adultos mayores de las zonas en extrema pobreza del país. El programa funcionará como parte de las responsabilidades del recién creado Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y en coordinación con otras carteras como la de Economía y Finanzas y el Instituto Nacional de Estadística e Informática.

Pensión 65 fue uno de los proyectos insignes de campaña de la alianza electoral Gana Perú que llevó a Humala como candidato a las elecciones generales de abril último. Tiene como objetivo que quienes reciban la ayuda puedan acceder a condiciones básicas para su subsistencia y contribuir a mitigar los riesgos producidos por enfermedades, mala alimentación, precariedad económica y abandono.

La ministra de la mujer, Aída García, señaló que la iniciativa también contribuirá cumplir con los objetivos del Milenio de las Naciones Unidas ya que el programa, junto a otros programas sociales, apunta a reducir la pobreza extrema en el país de manera sustancial. Para ese año se espera que más del 98 % de la población a la que está dirigido esté cubierta. El gravamen minero logrado por el Gobierno dará más recursos para cumplir con las metas sociales trazadas.

A pesar del entusiasmo que el programa ha venido suscitando entre la población adulta mayor su implementación ha levantado críticas entre algunos colectivos de mayores al considerar que la forma en la que el programa se ha lanzado refleja que no se trata de una pensión, sino un programa de asistencia solidaria solo para pobres extremos de acuerdo a los criterios del Sistema de Focalización de Hogares. Para muchos de ellos se trata en realidad de una simple ampliación en 25 soles del Bono Gratitud del gobierno aprista, rebajando la edad de los beneficiarios de 75 a 65. Lamentan, asimismo, que tan esperado programa no se enmarque dentro del Sistema Nacional de Pensiones, ya que éste es un tema de inclusión de la población en el derecho a una pensión, no un tema de pobreza.