10 a 15 años de Prisión a los Llamogas de Paiján - Ya están en la Cárcel

ENCERRADOS

Víctor Samir Gutiérrez Linares (25) y Cristian Gerson Llamoga Rumay (20), integrantes de ‘Los Llamogas’, banda dedicada al cobro de cupos en Paiján, ya duermen tras los muros de la cárcel. En efecto, ambos delincuentes, arrestados por la Policía el último jueves en esa localidad, fueron encerrados ayer en la penitenciaría de El Milagro por orden del juez Pablo Céspedes García, del Juzgado de Investigación Preparatoria de Ascope. Los dos maleantes permanecerán en la cárcel mientras dura el proceso en su contra por el delito contra el patrimonio en la modalidad de extorsión. Según explicó el magistrado, la pena que podrían recibir fluctúa entre los 10 años y los 15 años de encierro.

La audiencia se llevó a cabo en la sede judicial de Natasha Alta. Durante la diligencia, los facinerosos mostraron fotografías de sus niños con la intensión de sensibilizar al juez. En otras palabras, querían darle pena a Céspedes para que no los mande a prisión, pero de nada les valió la jugada. Además, presentaron certificados de trabajo y de estudios, no obstante, se comprobó que en ambos había peligro de fuga y obstaculización de la verdad, figuras legales que determinan el encarcelamiento o no de un procesado.

En cuanto a lo primero, peligro de fuga, Céspedes precisó que tanto Gutiérrez como Llamoga podrían escapar durante el juicio (si es que se les procesaba en libertad). Y por lo segundo, obstaculización de la verdad, dijo que ambos incurrieron en ello, aunque más Llamoga, porque cuando este individuo notó que la Policía iba a arrestarlo, arrojó su celular al piso, es decir, trató de destruir la evidencia.

Asimismo, el magistrado añadió que, a pesar del intento de Llamoga por burlar a la justicia, se encontró que dicho aparato registra 22 llamadas al celular de la víctima, lo que demuestra la ejecución del delito.

En razón de ello, a Céspedes García no le tembló la voz al momento de declarar fundado el pedido de prisión preventiva formulado por el fiscal Alfredo Galindo Peralta, titular de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ascope.

Así, luego de una hora de deliberación en la sala de Audiencias, Llamoga y Gutiérrez fueron esposados de nuevo y conducidos a la cárcel, donde pasarán los próximos meses, a la espera de la sentencia definitiva.

“YA VAN A VER”

Cabe precisar que los parientes de ambos maleantes estaban fuera de la Corte esperando con impaciencia el resultado, y cuando por fin se enteraron cuál había sido este, continuaron ahí, esperando al juez y al fiscal. Una vez que Céspedes y Galindo salieron del edificio, estas personas, tanto o más peligrosas que los encarcelados, se les acercaron y les dijeron “ya van a ver, ya van a ver”. Cabe precisar aquí que ‘Los Llamogas’ es una banda en extremo peligrosa, encabezada por los miembros de una familia, por lo que era de esperarse tal reacción. No obstante la amenaza, se espera que el castigo para los facinerosos sea severo, de acuerdo con lo estipulado por el actual Código Penal.

ENEMIGOS

El arresto de Víctor Samir Gutiérrez Linares y Cristian Gerson Llamoga Rumay se produjo el jueves; de ellos fue Gutiérrez el primero en caer. Este individuo fue el encargado de ir a cobrar el dinero de la extorsión. Días atrás le habían pedido 20 mil soles a Walter Vásquez, trabajador de la empresa Casa Grande y promotor de fiestas infantiles, bajo amenaza de asesinarlo. Luego bajaron el precio a 10 mil soles, para por último, después del regateo, quedar en 3 mil.

Uno de los agentes de la Unidad de Secuestros y Extorsiones de la Divincri se hizo pasar por la víctima para acudir a la entrega de la plata. Cuando apareció el delincuente en el lugar pactado (el puente Alburquerque, en Paiján), el oficial le dio el dinero.

Creyendo que se había salido con la suya, el maleante guardó el fajo de billetes y se aprestó a huir, pero fue cercado por los demás agentes que se encontraban de encubiertos. Entonces, al verse perdido, Gutiérrez se le fue encima a uno de ellos (al que le había dado los tres mil soles) y trató de quitarle su arma. El feroz forcejeo le dejó uno de los dedos fracturados al policía.

La tenaz resistencia de Gutiérrez se prolongó por espacio de un minuto, tras el cual fue finalmente reducido y esposado. Entonces se le preguntó por su cómplice, y aunque al principio trató de negarse a dar esa información y burlas a los agentes dándoles pistas falsas, después les dijo quién era y dónde se encontraba. Cristina Llamoga Rumay cayó a unas cinco cuadras de donde fue arrestado su compinche. Al verlo, Gutiérrez gritó “ahí está, es él”. Esto, como es obvio, enfureció a Llamoga, y mientras ambos eran traídos a Trujillo en el patrullero, este maleante amenazó al otro: “ya te fregaste”, le dijo, encolerizado porque lo había delatado. Ambos se encuentras ya tras rejas (AC) (Satélite)