Casa Grande, crecimiento de la Inseguridad en Debate

CASA GRANDE CRECIMIENTO DE LA INSEGURIDAD EN DEBATE.
POR: JUAN ARRIAGA DIÉGUEZ
Justificada zozobra, temor y preocupaciĂłn se extiende en todo el ĂĄmbito de Casa Grande y en todo el paĂ­s, por el aumento de la inseguridad ciudadana, n0 obstante los esfuerzos desplegados, pero infructuosos y comprensibles, de las instituciones gubernamentales.

Es que, en honor a la verdad, no es fĂĄcil resolver este problema profundo, estructural y delicado. Se trata de un problema socio econĂłmico orgĂĄnico cuya raĂ­z se encuentra en tanta injusticia y desigualdad social preponderante en nuestra sociedad.

Esta dura realidad merece un razonable debate, en el cual todas las personas pensantes brinden sus constructivos aportes, en la bĂșsqueda de concretas soluciones y no esperar que sĂłlo las instituciones oficiales solucionen un problema que nos concierne y debe preocuparnos a todos.

HAY QUE TRATAR DE SER OBJETIVOS Y PRAGMÁTICOS
Porque suponer y pretender que el Gobierno, algĂșn ministerio o municipio tenga la capacidad de terminar con la inseguridad ciudadana, sin solucionar primero las injusticias, la carencia de oportunidades de trabajo y las desigualdades imperantes es no poner los pies en la tierra. Es estar en el limbo. No ser objetivos ni pragmĂĄticos
Si se persiste en la errada creencia que atacar sĂłlo los efectos y no las causas, no se mermarĂĄ o eliminarĂĄ los actos delincuenciales que atemorizan a toda la poblaciĂłn y estaremos arando en el mar. SerĂĄ siempre una crasa equivocaciĂłn si se acciona sĂłlo en los efectos y se deja de lado las causas.

TIENE RAICES PROFUNDAS
El problema delincuencial en Casa Grande y en todo el mundo y, por lo tanto, la preconizada inseguridad ciudadana tiene raĂ­ces mĂĄs profundas. Hay causas familiares, sociales y econĂłmicas que ocasionan este problema sociolĂłgico que se incrementa cada dĂ­a y todo el mundo se siente impotente e inerme.

Recordemos y reflexionemos sobre la sabia afirmaciĂłn de la madre Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz: “Muchos son los malos, porque no han sido lo suficientemente amados”.

Una verdad irrefutable. Pues si existe y persiste la inestabilidad econĂłmica en los hogares, la carencia de armonĂ­a, comprensiĂłn, tolerancia y amor en los mismos, especialmente en aquellos en los cuales prevalece la miseria, y las primordiales necesidades insatisfechas.

Donde el golpe, los gritos y el maltrato a los hijos, es el pan del dĂ­a, no podemos esperar la formaciĂłn de ciudadanos sanos de cuerpo, de mente y espĂ­ritu, sino de resentidos y traumados, que mĂĄs tarde se desquitan, injustamente, con la sociedad.

CAUSAS REALES
Si, paralelamente, hay mucha desocupaciĂłn creciente, ausencia de un salario digno y razonable o tienen una fuente de ingresos precaria como es, por ejemplo, el servicio de moto taxis, con el cual apenas cubren sus necesidades elementales, entre otros causales, no podemos abrigar la esperanza que disminuya la delincuencia, en sus diferentes aspectos, y menos se consiga la anhelada seguridad ciudadana.

SOLUCION NOS CONCIERNE A TODOS.
Es una inmensa y compleja labor que compete a todos. Es un problema estructural, generacional. Es decir, les atañe a todos los hogares, a todos los empresarios que acumulan en exceso la riqueza y no la distribuyen con equidad por ausencia de sentimientos de compasión y solidaridad, a todas las instituciones de la sociedad civil, de los gobiernos locales y de las autoridades en general que, en forma mancomunada y responsable, tienen y deben contribuir a mitigar, poco a poco, sin tregua esta peligrosa molestia social.

APOYO E INTEGRIDAD EN TODAS LAS INSTITUCIONES
Asimismo, pretender o aspirar a que solamente la policía nacional -que tiene que ver con los efectos y no las causas- con recursos menguados, mal pagados, sin reales incentivos resuelva el problema de la criminalidad es soñar despiertos. Es pedir peras al olmo.

Si a esto se suma lo poco o inexistente apoyo que brindan quienes ejercen la aplicaciĂłn de justicia sin la correcciĂłn debida, por falta de integridad, temor a las amenazas o son proclives a la inmoralidad, la situaciĂłn se vislumbra mĂĄs difĂ­cil.

No analizar y evaluar estas evidentes razones y causas concretas es demostrar que no pensamos en forma objetiva y sensata y estamos evitando ser responsables y conscientes de lo que ocasiona, efectivamente, este preocupante mal social.

SE REQUIERE TRABAJO MANCOMUNADO.
Cambiar, mermar o erradicar este estado anĂłmalo exige un trabajo mancomunado y perseverante de todos y sus resultados se podrĂ­an ver a largo, a muy largo plazo, pero con familias bien conformadas, sin problemas de ninguna Ă­ndole, pues son la piedra angular para que este justo anhelo de toda la sociedad se cristalice. La soluciĂłn, aunque lo lamentemos, no estĂĄ a la vuelta de la esquina.

Nuestros admirados antepasados, siempre sostenían que la familia es la célula fundamental de la sociedad y si ésta no estå bien constituida económica, social educativa, y psicológicamente, con niños, jóvenes y ciudadanos bien alimentados, con buena formación ética, con buenos principios, virtudes y valores, que podemos esperar.

HAY QUE ATENUAR LOS EFECTOS NEGATIVOS.
Mientras tanto hay necesidad de atenuar los efectos negativos actuales vigentes que sufre la sociedad para lo cual se necesita no sólo represión, encarcelamientos fugaces de los que delinquen sino nuevas fuentes de trabajo, mucha capacidad de dar, auténtico liderazgo, un inmenso compromiso y dedicación en la creación de efectivos programas de rehabilitación para disminuir, sustancialmente, la ociosidad que es madre de todos los vicios.

¿SERA UNA ASPIRACION UTÓPICA?
QuizĂĄs este modesto enfoque parcial y la justa aspiraciĂłn que nos ocupa sea una aspiraciĂłn utĂłpica, pero se tiene que trabajar mucho en este campo socio-econĂłmico. Sin embargo, es indispensable que exista, por lo pronto, igualdad de oportunidades para todos en la educaciĂłn, en el trabajo y en la realizaciĂłn personal que todos nos merecemos.

Sólo así podremos abrigar la esperanza de vislumbrar un futuro libre de este problema social que nos aqueja y angustia profundamente. Otros caminos es engañarnos. No avanzar nada. Todos nos merecemos y anhelamos el bienestar y la oportunidad de ser felices. No unos pocos privilegiados carentes de solidaridad y desprendimiento. Aquí radica el quid del asunto.


Casa Grande, crecimiento de la Inseguridad en Debate Casa Grande, crecimiento de la Inseguridad en Debate Reviewed by Unknown on octubre 06, 2017 Rating: 5

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